Historia de Pyopo (de nuevo xdd)
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Historia de Pyopo (de nuevo xdd)
Capítulo I
El lugar era oscuro, como un sótano, pero la alegría se sentía en el aire. Pyopo, una pequeña niña, observaba con gran alegría a su alrededor. Había tenido la fortuna de nacer en una familia muy amigable, que vivía para disfrutar.
La vida le sonreía. Definitivamente, amaba a aquél dios que le permitía disfrutar tanto de su existencia. Pyopo había nacido en una gran secta que adoraba al príncipe de los excesos, Slaanesh.
La vida en comunidad transcurría plácidamente, hasta que un día…
-hey, ¿escuchan eso?
-¿a qué te refieres?
-a eso, esos pasos
El culto a Slaanesh estaba siendo interrumpido por un incesante trote. De pronto, ya era muy tarde para seguir haciéndose preguntas
-¡En el nombre del emperador, destruid esta maldita secta!
Todo fue muy rápido. Pyopo, asustada, reaccionó y se escondió en un pequeño hueco en la pared, cuya existencia solo ella conocía. Desde allí vio la destrucción de lo que ella llamaba “su familia”.
Eran muchos hombres, equipados con una gran cantidad de armas. Llamaban “herejes” a su familia, y los destripaban a sangre fría. Pyopo recordó historias sobre el dios Khorne, pero estas personas no hacían las cosas en el nombre de Khorne, sino que en el nombre de un tal “Emperador”. ¿Quién era ese Emperador? Pyopo solo sabía el nombre de los 4 dioses. Ese dios Emperador debía exigir mucha sangre y crueldad a sus seguidores.
Algo llamó la atención a Pyopo, entre tanta destrucción. Uno de los tipos que había llegado en nombre del tal Emperador, se percató de la presencia de Nyana, la mujer que había enseñado cosas a Pyopo, y que estaba embarazada. El hombre, procurando que nadie lo viera, y con locura en sus ojos, tomó a Nyana y le arrancó del vientre al niño que llevaba dentro, bebió su sangre y tiró los restos.
No era la primera vez que Pyopo miraba una muerte, muchos “accidentes” habían ocurrido en los cultos, pero esta vez, quedó profundamente impactada.
Una vez que todo hubo terminado y los malditos hombres se fueron, Pyopo salió de su escondite. Por primera vez sentía lo que era la soledad, y no supo qué hacer.
Salió calmadamente a la calle. No tenía heridas, y sus ropas eran las de una niña cualquiera. Era una más de los tantos huérfanos que vagaban por las calles del País de Sabk.
Capítulo II
-Así que escapaste de casa, ¡vaya!... y tú, ¿por qué estás aquí?
-La verdad, no quiero hablar de eso, me quedan vagos recuerdos de cómo llegué a estas condiciones, pero creo que debe haber sido algo demasiado intenso, porque lo he ido olvidando
Ya habían pasado 4 años desde la masacre de la secta de Pyopo. A ella, efectivamente le quedaban bastante pocos recuerdos de lo sucedido. La impresión había sido demasiada para una niña de 6 años. Ahora, solía juntarse con un grupo de niños de la calle. Se las ingeniaban para conseguir comida y para no pasar frío en invierno, ya fuera robando, o pidiendo limosnas.
Cierto día, se encontró tan falta de fuerzas, que cayó desmayada en un callejón cualquiera.
Despertó en un lugar claro, ya no sentía hambre, ni nada por el estilo. Estaba descansada y limpia.
-¿Dónde estoy?
-Te hemos rescatado, deberías agradecer al Emperador que te hayamos encontrado con vida.
¿El Emperador? Ese nombre le sonaba, pero estaba demasiado consternada como para pensar en algo. La había recogido una organización para enseñarle los caminos del Emperador.
Pyopo creció allí, aprendiendo sobre el Emperador, como un ser bueno al que hay que adorar. Llegó a convertirse en Clérigo, y su vida estaba consagrada al Emperador.
Capítulo III
Un día, un hombre alto y fornido llegó a hablar al lugar donde Pyopo aprendía y vivía. Decía llegar buscando al clérigo que le habían dado para la célula de acólitos.
-Claro, es ella.
Así Pyopo pasó de las bibliotecas a la acción. Se les asignaban distintas misiones. Ella estaba allí para predicar la palabra del emperador.
Cierto día, se les dio la misión de acabar con una secta que habían descubierto. Era la primera vez que se les asignaba una misión como esa. Pyopo no podía imaginar cómo sería exactamente, pero había que hacerlo en el nombre del Emperador. No podía permitir que esa mala gente que adoraba a dioses que estaban en contra del Emperador pudiera seguir funcionando.
Cuando llegaron al lugar, vieron a un grupo de personas en una fiesta, a nombre del dios Slaanesh. El grupo de Pyopo, con unos cuantos refuerzos, se abalanzó a destruirlo todo.
Pero Pyopo no pudo mover ni un músculo.
De pronto, lo había recordado todo. La muerte de su familia, los gritos, la sangre, el horror. Ella estaba haciendo lo mismo ahora. Ya había matado a gente en nombre del Emperador, había acusado de herejes a niños, adultos y ancianos. De pronto, todo su paradigma se destruía. ¿Quién realmente era el hereje, el que estaba en contra del Emperador, o el que estaba en contra de los dioses? ¿Quién estaba actuando mal? ¿Qué derecho tenía ella de obligar a todas las personas a adorar al Emperador?
Sigilosamente, tomó un libro que había en aquél sótano, uno igual a los que tantas veces había quemado, por ser un libro “blasfemo”, y se fue de allí.
Llegó a un lugar donde se juntaban los herejes, pidió asilo y juró que jamás volvería a hacer cosas a nombre del Emperador.
No, no era odio lo que sentía, pero sí buscaba libertad. Se sentía tonta por haber sido engañada por los seguidores del Emperador. Decidió que haría lo posible por buscar la libertad que daban los dioses del caos, y para esto, debía unir fuerzas con personas que pensaran como ella. Odiaba las creencias impuestas, decidió que cada quién podía creer en quién quisiera. Odiaba a la gente que luchaba tan fervientemente por ese tal Emperador, que le quitó todo lo que amaba, y que se burló de ella.
Finalmente encontró un grupo que pensaba como ella, que había sido rechazado por el sistema. Fue con ellos. Más tarde, consiguió a quien sería su mini ayuda y acompañante.
Sobre la adquisición Nyana
Ya estaba Pyopo con el grupo de herejes cuando conocieron a un Tecnohereje que les ayudó con sus armas. Pyopo, quien seguía obsesionada con los fetos por la escena de Nyana, le pidió e insistió en que le ayudara a tener un feto que siempre fuera feto. El Tecnohereje le dijo que la única manera de lograr eso, sería haciendo un minion metálico con forma de feto. Pyopo, alegre por la positiva respuesta, consiguió un feto de base para hacer a su minion, al que llamó “Nyana”, y que es su compañera hasta el día de hoy
“No hay ni bien ni mal, sólo hay poder y personas demasiado débiles para buscarlo. Después de todo, ¿qué es el bien y qué es el mal? ¿Quién lo estableció? No creo que adorar a los dioses, sea algo negativo, después de todo, ellos no son más que el resultado de las pasiones y deseos de nosotros, los seres pensantes.
Después de todo, ¿quién es ese emperador del que todos hablan? ¿Por qué tendría que adorarlo a él, y no a los Dioses, que son reflejo nuestro?”
Nota que dejó Pyopo a su antigua célula de acólitos, justificando su partida.
El lugar era oscuro, como un sótano, pero la alegría se sentía en el aire. Pyopo, una pequeña niña, observaba con gran alegría a su alrededor. Había tenido la fortuna de nacer en una familia muy amigable, que vivía para disfrutar.
La vida le sonreía. Definitivamente, amaba a aquél dios que le permitía disfrutar tanto de su existencia. Pyopo había nacido en una gran secta que adoraba al príncipe de los excesos, Slaanesh.
La vida en comunidad transcurría plácidamente, hasta que un día…
-hey, ¿escuchan eso?
-¿a qué te refieres?
-a eso, esos pasos
El culto a Slaanesh estaba siendo interrumpido por un incesante trote. De pronto, ya era muy tarde para seguir haciéndose preguntas
-¡En el nombre del emperador, destruid esta maldita secta!
Todo fue muy rápido. Pyopo, asustada, reaccionó y se escondió en un pequeño hueco en la pared, cuya existencia solo ella conocía. Desde allí vio la destrucción de lo que ella llamaba “su familia”.
Eran muchos hombres, equipados con una gran cantidad de armas. Llamaban “herejes” a su familia, y los destripaban a sangre fría. Pyopo recordó historias sobre el dios Khorne, pero estas personas no hacían las cosas en el nombre de Khorne, sino que en el nombre de un tal “Emperador”. ¿Quién era ese Emperador? Pyopo solo sabía el nombre de los 4 dioses. Ese dios Emperador debía exigir mucha sangre y crueldad a sus seguidores.
Algo llamó la atención a Pyopo, entre tanta destrucción. Uno de los tipos que había llegado en nombre del tal Emperador, se percató de la presencia de Nyana, la mujer que había enseñado cosas a Pyopo, y que estaba embarazada. El hombre, procurando que nadie lo viera, y con locura en sus ojos, tomó a Nyana y le arrancó del vientre al niño que llevaba dentro, bebió su sangre y tiró los restos.
No era la primera vez que Pyopo miraba una muerte, muchos “accidentes” habían ocurrido en los cultos, pero esta vez, quedó profundamente impactada.
Una vez que todo hubo terminado y los malditos hombres se fueron, Pyopo salió de su escondite. Por primera vez sentía lo que era la soledad, y no supo qué hacer.
Salió calmadamente a la calle. No tenía heridas, y sus ropas eran las de una niña cualquiera. Era una más de los tantos huérfanos que vagaban por las calles del País de Sabk.
Capítulo II
-Así que escapaste de casa, ¡vaya!... y tú, ¿por qué estás aquí?
-La verdad, no quiero hablar de eso, me quedan vagos recuerdos de cómo llegué a estas condiciones, pero creo que debe haber sido algo demasiado intenso, porque lo he ido olvidando
Ya habían pasado 4 años desde la masacre de la secta de Pyopo. A ella, efectivamente le quedaban bastante pocos recuerdos de lo sucedido. La impresión había sido demasiada para una niña de 6 años. Ahora, solía juntarse con un grupo de niños de la calle. Se las ingeniaban para conseguir comida y para no pasar frío en invierno, ya fuera robando, o pidiendo limosnas.
Cierto día, se encontró tan falta de fuerzas, que cayó desmayada en un callejón cualquiera.
Despertó en un lugar claro, ya no sentía hambre, ni nada por el estilo. Estaba descansada y limpia.
-¿Dónde estoy?
-Te hemos rescatado, deberías agradecer al Emperador que te hayamos encontrado con vida.
¿El Emperador? Ese nombre le sonaba, pero estaba demasiado consternada como para pensar en algo. La había recogido una organización para enseñarle los caminos del Emperador.
Pyopo creció allí, aprendiendo sobre el Emperador, como un ser bueno al que hay que adorar. Llegó a convertirse en Clérigo, y su vida estaba consagrada al Emperador.
Capítulo III
Un día, un hombre alto y fornido llegó a hablar al lugar donde Pyopo aprendía y vivía. Decía llegar buscando al clérigo que le habían dado para la célula de acólitos.
-Claro, es ella.
Así Pyopo pasó de las bibliotecas a la acción. Se les asignaban distintas misiones. Ella estaba allí para predicar la palabra del emperador.
Cierto día, se les dio la misión de acabar con una secta que habían descubierto. Era la primera vez que se les asignaba una misión como esa. Pyopo no podía imaginar cómo sería exactamente, pero había que hacerlo en el nombre del Emperador. No podía permitir que esa mala gente que adoraba a dioses que estaban en contra del Emperador pudiera seguir funcionando.
Cuando llegaron al lugar, vieron a un grupo de personas en una fiesta, a nombre del dios Slaanesh. El grupo de Pyopo, con unos cuantos refuerzos, se abalanzó a destruirlo todo.
Pero Pyopo no pudo mover ni un músculo.
De pronto, lo había recordado todo. La muerte de su familia, los gritos, la sangre, el horror. Ella estaba haciendo lo mismo ahora. Ya había matado a gente en nombre del Emperador, había acusado de herejes a niños, adultos y ancianos. De pronto, todo su paradigma se destruía. ¿Quién realmente era el hereje, el que estaba en contra del Emperador, o el que estaba en contra de los dioses? ¿Quién estaba actuando mal? ¿Qué derecho tenía ella de obligar a todas las personas a adorar al Emperador?
Sigilosamente, tomó un libro que había en aquél sótano, uno igual a los que tantas veces había quemado, por ser un libro “blasfemo”, y se fue de allí.
Llegó a un lugar donde se juntaban los herejes, pidió asilo y juró que jamás volvería a hacer cosas a nombre del Emperador.
No, no era odio lo que sentía, pero sí buscaba libertad. Se sentía tonta por haber sido engañada por los seguidores del Emperador. Decidió que haría lo posible por buscar la libertad que daban los dioses del caos, y para esto, debía unir fuerzas con personas que pensaran como ella. Odiaba las creencias impuestas, decidió que cada quién podía creer en quién quisiera. Odiaba a la gente que luchaba tan fervientemente por ese tal Emperador, que le quitó todo lo que amaba, y que se burló de ella.
Finalmente encontró un grupo que pensaba como ella, que había sido rechazado por el sistema. Fue con ellos. Más tarde, consiguió a quien sería su mini ayuda y acompañante.
Sobre la adquisición Nyana
Ya estaba Pyopo con el grupo de herejes cuando conocieron a un Tecnohereje que les ayudó con sus armas. Pyopo, quien seguía obsesionada con los fetos por la escena de Nyana, le pidió e insistió en que le ayudara a tener un feto que siempre fuera feto. El Tecnohereje le dijo que la única manera de lograr eso, sería haciendo un minion metálico con forma de feto. Pyopo, alegre por la positiva respuesta, consiguió un feto de base para hacer a su minion, al que llamó “Nyana”, y que es su compañera hasta el día de hoy
“No hay ni bien ni mal, sólo hay poder y personas demasiado débiles para buscarlo. Después de todo, ¿qué es el bien y qué es el mal? ¿Quién lo estableció? No creo que adorar a los dioses, sea algo negativo, después de todo, ellos no son más que el resultado de las pasiones y deseos de nosotros, los seres pensantes.
Después de todo, ¿quién es ese emperador del que todos hablan? ¿Por qué tendría que adorarlo a él, y no a los Dioses, que son reflejo nuestro?”
Nota que dejó Pyopo a su antigua célula de acólitos, justificando su partida.
Paze.e- suerte de novato
- Mensajes : 7
Fecha de inscripción : 30/03/2012
Re: Historia de Pyopo (de nuevo xdd)
yap, en vista de tu historia puedes elegir una de las 2 cosas:
Tocado por el caos: En vista de que te criaste y estuviste en constante contacto con la disformidad lo que te volvió algo resistente a ella, por ello puedes elegir comenzar con 10 puntos de corrupción menos, lo que ademas te daría la oportunidad de tener una mutación ''extra'' con respecto a los demás personajes.
Sirvienta de los placeres: Slaneesh tuvo sus ojos puestos en tu grupo de herejes, pero mas principalmente sobre ti, puedes contar como alineada inmediatamente a slaneesh y por tanto obtener su marca la cual tendrás incluso si posteriormente estas como desalineada denuevo pero la perderás si te alineas a otro dios demoníaco. Ademas obtendrás un talento especial, perseguida por la inquisición, tu carta demostró tu clara traición a la humanidad.
El único detalle de la historia que podría considerar fue tu reclutamiento dentro de la inquisición que fue algo...pobre. La inquisición busca normalmente sujetos que sobresalgan por así decirlo.
Tocado por el caos: En vista de que te criaste y estuviste en constante contacto con la disformidad lo que te volvió algo resistente a ella, por ello puedes elegir comenzar con 10 puntos de corrupción menos, lo que ademas te daría la oportunidad de tener una mutación ''extra'' con respecto a los demás personajes.
Sirvienta de los placeres: Slaneesh tuvo sus ojos puestos en tu grupo de herejes, pero mas principalmente sobre ti, puedes contar como alineada inmediatamente a slaneesh y por tanto obtener su marca la cual tendrás incluso si posteriormente estas como desalineada denuevo pero la perderás si te alineas a otro dios demoníaco. Ademas obtendrás un talento especial, perseguida por la inquisición, tu carta demostró tu clara traición a la humanidad.
El único detalle de la historia que podría considerar fue tu reclutamiento dentro de la inquisición que fue algo...pobre. La inquisición busca normalmente sujetos que sobresalgan por así decirlo.
Jack_px- Lord Inquisitor
- Mensajes : 66
Fecha de inscripción : 17/11/2011
Re: Historia de Pyopo (de nuevo xdd)
al fin :'D
elijo la 1
y me disculpo por la falta de desarrollo en la volá
moraleja: no hacer historias a última hora u.u
elijo la 1
y me disculpo por la falta de desarrollo en la volá
moraleja: no hacer historias a última hora u.u
Paze.e- suerte de novato
- Mensajes : 7
Fecha de inscripción : 30/03/2012
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